Consejos para viajar a Londres
Muchos se han marcado como propósito de Año Nuevo lanzarse a conocer una de las ciudades con más encanto de Europa —sí, Londres—. Para ellos, hemos redactado un artículo muy práctico donde explicamos cómo conseguir que nuestra estancia transcurra lo más placentera posible y en comunión con las costumbres del país que visitamos. En este caso, el Reino Unido. Una tarea que no siempre resulta sencilla.
Una parte de estos consejos deriva de nuestra propia experiencia y otros tantos los hemos recopilado de la web. Seguro que os resultan muy útiles en vuestro viaje. Al menos, eso es lo que nos gusta pensar.
No hacer comentarios acerca de la familia real
A muchos les parecerá curioso, pero lo cierto es que los británicos son muy celosos de su monarquía y no les gusta que se la critique o se la ofenda de alguna manera. Por lo tanto, chitón si no queremos que empiecen a mirarnos mal. No está al nivel de Tailandia pero hay que tenerlo en cuenta.
Orinar en la calle no es una buena idea
Esta mala costumbre puede valernos incluso que nos arresten. De modo que más vale contener las ganas y buscar un bar o un aseo público donde podamos solucionar esta pequeña contingencia.
El alcohol y el tabaco
Casi todas las ciudades europeas han prohibido que se fume en espacios públicos o cerrados y, por supuesto, Londres no es una excepción. En este sentido, infringir esta norma puede motivar duras multas que llegan hasta los 350 euros.
Por su parte, el alcohol no se puede consumir en la vía pública o en lugares públicos, pues también es una acción sancionable. Así, hablamos de multas de hasta 680 euros.
Respetar las colas
Respetar los turnos y no colarse es un principio que rige en la vida de los ingleses. De modo que conviene no caldear los ánimos y esperar con paciencia a que nos llegue el momento.
El adaptador, a la maleta
Conocemos más de un caso de un viajero al que se le pasó el detalle de que en el Reino Unido emplean una corriente eléctrica diferente. Tal despiste originó que invirtiera sus buenas horas indagando dónde podía encontrar un cargador para su móvil. Lo reseñamos aquí con la intención de que la historia no se vuelva a repetir.
La puntualidad británica
Puede parecer un tópico, pero no lo es. Por lo tanto, desaconsejamos a los viajeros llegar tarde a una cita donde haya un británico implicado. Sería toda una metedura de pata.
Saludar dando dos besos
Ni se os ocurra este atrevimiento. De modo que os recomendamos que aparquéis esta costumbre tan española en el continente y os limitéis a dar la mano. Esto último sí que está en sintonía con el carácter británico.