Bilbao que ver en 2 días

bilbao en 2 dias

Una brillante reconversión urbanística, cruceros por la ría, nuevos (y modernísimos) espacios y siete edificios firmados por Premios Pritzker. ¿Algo más que disfrutar durante dos días en Bilbao? ‘Gildas’, fútbol, ‘txacolí’…

El saneamiento de la ría y las revolucionarias ideas de Frank Gehry y su Guggenheim –además de la escultura ‘The big tree and the eye’, la torre Iberdrola, las Isozaki…– han hecho posible que Bilbao olvide el blanco y negro para expresarse a todo color.

Comenzamos esta intensa escapada saltando del casco viejo a Olabeaga y Zorrotzaure, los nuevos barrios de moda, pasando por (casi) todos los 13 puentes de la ciudad, las inmortales trufas de Arrese y los fosteritos –como los locales llaman a los accesos del metro, diseñados por Norman Foster– sin olvidar a su majestad, el Guggenheim.

Sábado mañana

08:00 Para explorar a fondo la capital vizcaína, madruga. Iberia cuenta con numerosos vuelos desde diferentes ciudades españolas que te conectan con el principal aeródromo de la cornisa cantábrica –si vienes de Madrid, en 1 h– desde 58 euros i/v.

09:15 Comienza por uno de los puntos más entrañables para los bilbaínos: la iglesia de San Antón (Ribera, 24), de finales del siglo XV, situada en el límite con el casco viejo. Junto a ella, el puente homónimo es el más antiguo de la ciudad. Durante años hizo posible el comercio con Castilla y su importancia es tal que aparece en el escudo de la ciudad, en el del Athletic y en el logo de la Eurocopa 2020 (Bilbao será una de sus 13 sedes).

11:00 Pero el gran motor que ha revitalizado la zona es el Mercado de la Ribera (Ribera, 22 bis), uno de los ‘tres barcos’ de la ciudad, junto con el Guggenheim y el palacio Euskalduna. La rehabilitación de sus vidrieras originales le da un punto modernista a una amplia oferta que incluye desde cocina de mercado y escuela de cocina hasta coctelería y música en vivo.

12:00 Estás a la derecha de la ría, así que entra en el casco antiguo por alguna de las siete calles, un grupo de rúas paralelas declaradas Monumento Histórico-Artístico. En Artekale, te gustarán los ultramarinos Gregorio Martín –con sus sacos de legumbres y todos los tipos imaginables de bacalao– y, en Belostikale, dos visitas con solera: la taberna del mismo nombre y la paragüería Leoz.

13:00 Si quieres hacer un alto, aprovecha que estás cerca de la Plazuela de Santiago y entra en la Catedral, una joya del gótico vasco declarada Patrimonio de la Humanidad dentro de los Caminos de Santiago, en el ramal de esta ruta que pasa por la costa.

14:00 El contrapunto moderno lo pone Rzik (Correo, 25), un espacio de moda y reciclaje que convierte mangueras de bombero y lonas publicitarias en bolsos y carteras. Además, compra delicias ‘gourmet’ en La Bendita (Bidebarrieta, 16)–o elige cualquier taberna y llévatelas puestas– pero, de postre, entra en Adelia Iváñez (Correo, 12) y prueba su turrón, un clásico.

Sábado tarde

16:00 No te vayas de esta milenaria cuadrícula sin comprar uno de los iconos de Bilbao: una txapela en Gorostiaga (Víctor, 9). Aquí sabrás el significado de cada color –negra, roja, azul…– y su manual de uso.

17:15 Ya tienes el atuendo idóneo para llegar al Teatro Arriaga (Arriaga Plaza, 1) –un majestuoso edificio de 1919– y ver alguno de sus espectáculos, o incluso asistir a los bailes típicos que se desarrollan en su gran plaza.

18:00 Siguiendo por el paseo (y el parque) del Arenal, junto a la ría, llegarás al Ayuntamiento (plaza Ernesto Erkoreka), otro de los megaedificios de la ciudad, justo en el comienzo del Campo Volantín. Descubre el interior –es muy interesante, sobre todo con visita guiada– y, fuera, siéntate junto a la escultura de Jorge Oteiza, elaborada en acero cortén.

19:00 En el otro margen de la ría, tras atravesar el puente del Ayuntamiento, tienes dos potentes fotos para colgar en tu redes: la espléndida fachada de la estación de la Concordia (Bailén, 2), de 1902, y las futuristas bocas de metro ideadas por Norman Foster, los entrañables ‘fosteritos’.

21:00 Estás en pleno Ensanche, una zona en desarrollo cuyo epicentro es la plaza Moyúa y donde abundan los palacetes –el Chávarri es una joya–, jardines como los de Albia y centros culturales como La Alhóndiga (Plaza Arriquibar, s/n). Saborea una trufa en Arrese (tiene varias tiendas en Bilbao) y elige entre la abrumadora oferta gastronómica para terminar el día con una buena cena.

Domingo mañana

08:00 El Puente Zubizuri, del controvertido Calatrava, es el punto de partida de este segundo día de ruta en el que –sí, ¡por fin!– verás la onírica silueta del Museo Guggenheim (Abandoibarra Etorb 2), el ‘spin-off’ español de la central norteamericana, también firmado por Frank Ghery.

09:15 Desde aquí puedes adentrarte en la margen derecha de la ría del Nervión y subir en el Funicular de Artxanda (plaza del Funicular, cerca del Campo Volantín)–las vistas son únicas– o bien ir por la izquierda y detenerte en cada gran obra de arquitectura que encuentres a tu paso, como las Torres Isozaki (Uribitarte Pasealekua, 9) de Arata Isozaki, Premio Pritzker 2019.

11:00 Más adelante, tras el Puente de la Salve y su pórtico rojo, irrumpen las sinuosas formas de titanio del Guggenheim y monopolizan todos los ‘selfies’. Imposible no rendirse ante este delirio arquitectónico y no reconocer que aquí empezó todo: la gran transformación y la decidida apuesta por convertir Bilbao en un referente cultural y artístico de Europa.

12:00 Su imán es tan potente que a su alrededor crecen esculturas e instalaciones de grandes artistas. Las imprescindibles: ‘Fuentes de fuego’, de Yves Klein; ‘El gran árbol y el ojo’, de Anish Kapoor: y dos obras de Jeff Koons: ‘Tulipanes’ y ‘Puppy’, el gigantesco perro ‘west highland terrier’ cubierto de flores.

13:00 Aquí mismo tienes uno de los pulmones verdes de la ciudad: el parque República de Abando –con la torre Iberdrola– y el de Doña Casilda de Iturrizar, con el Museo de Bellas Artes (Museo Plaza, 2) cuya ampliación firmará Sir Norman Foster. Enfrente, la Universidad de Deusto (Unibertsitate Etorb., 24) –su biblioteca es obra de Rafael Moneo– es otro relajante paseo entre los ‘runners’ del parque y los piragüistas de la ría.

14:00 De nuevo en la margen izquierda, otro imponente edifico, el Palacio Euskalduna (Avenida Abandoibarra, 4), donde se celebran numerosos eventos sociales y culturales, asoma sobre el agua. Admira su volumen y su diseño y aprovecha para almorzar en Eneko Bilbao (Abandoibarra Etorb, 4): sabores y técnicas de alta cocina comandadas por Eneko Atxa con interiorismo de Patricia Urquiola.

Domingo tarde

16:00 El Itsasmuseum (anteriormente, Museo Marítimo, en el muelle Ramon de la Sota Kaia, 1) y la Grúa Carola son una parada imprescindible para descubrir el ADN de la ría del Nervión, sus 13 puentes y su extraordinaria recuperación, que costó ocho veces más que el Guggenheim y consiguió que volvieran peces y cormoranes.

17:15 Más adelante, la orilla se viste de rojo y blanco con los colores del Athletic Club. Incluso si no hay partido o si el fútbol no es lo tuyo, ver el estadio de San Mamés (Rafael Moreno Pitxitxi, s/n) y su museo recarga adrenalina y te adentra en un área fundamental del espíritu bilbaíno. De noche, junto a la ‘gabarra’ (la barca) que transportaba al equipo cuando ganaba, es aún más mágico.

19:00 Estás en Olabeaga –o Noruega, como se le conoce– un barrio que, junto a Zorrotzaurre, concentra la nueva modernidad bilbaína. Aquí se perfila el proyecto de Zaha Hadid: 800.000 m2 con viviendas, universidad…. Para abrir boca, pásate por ‘Soñar’, el inmenso mural de SpY en un edificio industrial y, enfrente, por dos multiespacios: Open –en la antigua fábrica de Artiach (Ribera de Deusto 70)– y Zwap (Pintor Ignacio Zuloaga, 9) con mercadillo, talleres, música…

21:00 Para cenar y despedirnos de Bilbao, la propuesta es seguir fusionando historia y vanguardia y acercarte a Aspaldiko, a ocho km de la capital, (Zabaloetxe Etorbidea, 14, Loiu). En este caserío de roble del siglo XVI, declarado Bien Cultural, puedes saborear ‘txakoli’ propio y delicias como terrina de foie con gelatina de moscatel y chutney de mango.

Alojarse en Bilbao

Si quieres descubrir la capital vizcaína a pie de calle, el Mercure Bilbao Jardines de Albia funciona como un acogedor vecino, como ese paisano que te ve buscando en el mapa y te acompaña hasta sus rincones más secretos. La hospitalidad es marca de la casa en este céntrico hotel de Bilbao, un local que lleva el ‘Botxo’ –Bilbao, para los amigos– tan en su ADN que nació siendo almacén de bacalao. Disfruta este sabor local desayunando bollos con mantequilla o tapeando con gildas, ponte a punto en el gimnasio, relájate en el txoko y desconecta en su spa, el primero que abrió en Bilbao.